Thursday, February 17, 2011

OPINIÓN SOBRE EL REGRESO DE THE ROCK, Y SU COMPARACIÓN CON JOHN CENA

Como ya es de público conocimiento, en el episodio del día 14 de Febrero de 2011, The Rock hizo el regreso mas electrizante que jamás se haya hecho en los últimos 10 años de Wrestling en Estados Unidos. En su reingreso al ring -donde no confrontó física ni verbalmente con nadie, aunque sí habló de 2 luchadores durante su discurso-, Rock no demostró estar oxidado de forma alguna, y lanzó cada una de sus frases características con absoluta efectividad. Dicho esto, conviene hacer algunas distinciones sobre el caso: Dwayne dijo que jamás se iría -declaración que tuvo la aprobación popular masiva de forma inmediata dentro del estadio-. Es probable que de aquí en adelante, Rock pueda tener algun tipo de papel ocasional dentro de RAW o la WWE, sea en calidad de invitado o quizás hasta conductor, pero siempre lejos de la lona. Rock ha dicho incontables veces (y en su mas reciente declaración via Facebook) que su trabajo en el ring ya estaba terminado, por múltiples razones que ha sostenido a lo largo de los años. A esta altura de la vida, es díficil creer que Rock vaya a ir contra sus propias declaraciones. Y si bien es cierto que el mundo del Wrestling no existe retiro defitnitivo, yo no aguantaría el aire esperando a que Rock siga esta línea de pensamiento.

El Great One se tomó una noche de continuas licencias de vocabulario, dado que se cansó de utilizar el término “ass” (culo/trasero) durante su discurso. Esto no significa necesariamente el final de la era PG, sino que simplemente Rock es una personalidad de tales dimensiones, que es capaz de ir contra la corriente(aún contra era PG,cuando hace 2 semanas John Cena tuvo que dar una disculpa pública por haber usado la misma palabra, y afirmó haber sido multado por el uso de la misma).

The Rock tuvo palabras duras tanto para Miz como para John Cena (y principalemente para este último). Muchos entendieron que esto tendría implicancias FÍSICAS (algún tipo de lucha), y otros aprovecharon la ocasión para remarcar la inmens diferencia que hay entre Cena y Rock. Sobre lo primero, lo veo improbable por las razones que expuse anteriormente. Sobre lo segundo, creo que la comparación es algo injusta. Cena y Rock vivieron épocas distitntas, y dispusieron de recursos distintos para el desarrollo de sus personajes. Personalmente creo que era mucho más fácil crear un personaje magnético con el público a mediados de los ’90, que hoy por hoy, con tantos límites y restricciones.

Dicho esto, no es menos cierto que probablemente no vuelva a haber otro Rock como el primero. Pero, quizás sea hora de dejar de esperar la llegada de un nuevo Rock. Porque no lo va a haber. Como personalidad -no del Wrestling, sino de los medios en general- Rock es único e irrepetible. Tal fue y es así, que tras conseguir todo lo que el Wrestling podía ofrecerle, se dedicó a perseguir el loco sueño de ser estrella de cine. Y lo consiguió. Y aún cuando su último recorrido en el año 2003 fue poco bien recibido por la gente (donde como novias despechadas se dedicaron a abuchear a Rocky, causando su paso a heel), hoy regresa y nos invita a olvidarlo todo, y creer en todo nuevamente. Y lo hace, y lo logra. Simplemente porque puede. El fenómeno Rock no va a volver a darse en la historia de la Lucha en Estados Unidos.

Kevin Eck (periodista anglosajón que suelo mencionar en mis notas con frecuencia) señaló en una columna reciente que sería gracioso tener la posibilidad de enfrentar al John Cena de sus primeros años contra el Rocky de su último año. Cena había debutado como Heel, pero su personaje fresco y novedoso (un rapero mal hablado) empujó a que la gente lo apoyara, porque rompía con lo establecido en ese tiempo. Rock en cambio recibía toneladas de rechazo desde los estadios. Si el enfrentamiento entre estos dos se diera en aquellos tiempos, quizás la gente no se alinearía de la forma que lo haría hoy. Son esos giros inexplicables que puede generar el Wrestling en el corazón de los apasionados.

Muchas gracias a todos por detenerse a leer.