Dwyane Wade, jugador estrella de Miami Heat, siguió con sus batallas legales durante la pretemporada de la NBA y se presentó en una corte de Chicago, ante la que negó haber abandonado y maltratado a sus hijos y ex esposa.
El base de Miami estuvo poco más de dos horas en los tribunales, donde también desmintió poseer armas de fuego y usar drogas, alegatos revelados en un testimonio en corte dado por su ex esposa Siovaughn Wade, a quien reclama la custodia de los dos hijos del matrimonio, de ocho y tres años de edad.
Dwyane Wade dijo a la corte sentirse satisfecho de "tener una oportunidad de que mi voz sea escuchada".
El jugador declaró que su ex esposa le atacó y le tiró un objeto de mármol durante una discusión en el cuarto de baño en la casa que ambos compartían en la Florida.
Siovaughn Wade acusó a su marido de haberla golpeado en la boca, pero el jugador explicó que ella misma se lastimó al "sentarse bruscamente" en una otomana y comenzar a balancearse con furia.
También negó que hubiera abandonado y golpeado a la mujer y a los niños, y declaró que aún creía ver una posibilidad de que Siovaughn y él compartieran la custodia de los menores.
Buena parte de la pretemporada de Wade ha transcurrido en los tribunales, pues el mes pasado tuvo que lidiar con una demanda civil en Miami, que derivó en que el jugador tuviera la custodia física de sus hijos, luego de un acuerdo económico como resultado de su divorcio en junio de Siovaughn, su novia de la secundaria.
James Pritikin, abogado de Wade, pidió a nombre del jugador que la madre de los pequeños acepte someterse a una "terapia intensiva" para controlar su carácter, y pueda tener el derecho de visitar a sus hijos.
El jugador tiene casas en su natal Chicago y en Miami, y los hechos por los que se presentó este viernes en los tribunales tuvieron lugar en la 'Ciudad de los vientos'.
James, Jugador Más Valioso de la temporada 2006, aspira a llevar a Miami Heat a su segundo título de la NBA, tras unirse este verano en el equipo a sus dos amigos y surperestrellas LeBron James y Chris Bosh.