La "desgracia" de alguno puede significar la "fortuna" de otro y en este caso, el "desgraciado" resulta ser un amiguete de la playa que ayer olvidó el traje en la avenida. El traje es un O'neill negro integral con mangas rojas y blancas(ver aquí).
Al "afortunado" que lo encontró, simplemente decirle que ese hallazgo no es fortuna sino casualidad y que podría pasarnos a todos(perderlo...) así que si fuera tan amable y quisiera devolverlo puede mandar un mail al correo del blog o bien tratar de contactar con su legítimo dueño, Carlos el "Chory"...
Por cierto, hace una semana tanbién desapareció(misteriosamente) un O'neill Psyco II propiedad de Popeye que, aunque en peor estado que el anterior, tenía cierto valor sentimental para su dueño...
Saludos.